sábado, 20 de octubre de 2018

El Brexit



Todos hemos oído hablar del Brexit ya que es uno de los mayores y más comentados problemas en Europa.

Si Reino Unido saliera de la unión europea, dejaría de pagar 5000 millones de euros anuales que se quedarían en el país, recibirían menos inmigración y no tendrían leyes que restringesen su economía. Estos son algunos de los argumentos con los que los partidarios del brexit han convencido a la mayoría, como se vió en el referendum del 23 de junio de 2017. 

Analizando el voto vemos los sectores que apoyan el Brexit; la clase obrera, la población más envejedida y la menos formada votaron a favor, mientras que las clases media y alta, la juventud británica y la población de Londres votaron por la permanencia. El argumento nacionalista y populista contra la inmigración fue aprovechado por campañas favorables a la salida. Para las empresas, la política de libre movilidad significa incremento de ingreso, pero para los trabajadores nativos la inmigración implica menores salarios, mayores dificultades para el empleo y la percepción de que los inmigrantes absorben a través de los subsidios parte de los impuestos pagados por los locales.

Tras el Referendum y ya que es el primer país que lleva acabo este proceso, se abrió un debate sobre cómo seria el Brexit; los que votaron en contra de la salida defienden un Brexit blando, que minimizaría los impactos económicos; incluye la permanencia en el mercado único de Europa de capital humano, bienes y servicios y seguir en la unión aduanera, lo que implica que no hubiera aranceles entre los países europeos y sí los hubiese para países del exterior de Europa. Por el contrario, con el Brexit duro Reino unido saldría de la unión aduanera y podrían hacer acuerdos comerciales propios con terceros (por ejemplo China) libremente, lo que creen que fortalecería su economía, a los partidarios del Brexit duro no les da miedo los costes iniciales de la salida ya que creen que su economía subirá y saldrán ganando tras haber salido y recuperado el control de su economía.

El gobierno de reino unido presentó un plan de consenso para la negociación de las condiciones de su salida en el que se mezclaban características del Brexit duro y el Brexit blando, pero no obtuvo la aprobación de la Unión Europea.

En este vídeo se explica el proceso político y las negociaciones de los dos años que siguieron al Referendum:


Como vemos, aunque lleguen a un acuerdo en las negociaciones con las UE, la situación política británica se ha complicado y pone en peligro la aprobación del acuerdo.

Al partido laborista, que está en contra del Brexit y ligeramente por delante en las encuestas, le puede interesar una derrota del Gobierno en el parlamento que lleve a elecciones. Y los partidarios de la permanencia están pidiendo un segundo referéndum, esta vez con tres opciones (salida sin acuerdo, acuerdo negociado o permanencia) que podría ofrecer cualquier resultado.


Podéis ver las fuentes que he utilizado en mi Symbaloo.



















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